Redacción: Alvaro Carbajal periodista de la Unidad de Comunicaciones
Fotografías: Roberto Galindo
El Decanato de la Facultad de Ciencias y Humanidades, en el marco de su política conciencia universitaria, conmemoró 101° aniversario de la Reforma de Córdoba. La actividad se desarrolló el viernes 21 de junio de 2019 en la sala de conferencias del edificio Alejandro Dagoberto Marroquín, la cual consistió en un conversatorio desarrollado por los doctores Ricardo Argueta y José Luis Escamilla, sobre la referida reforma.
El Maestro José Vicente Cuchillas Melara decano de la Facultad de Ciencias y Humanidades inauguró el evento y afirmó que el tema de la Reforma de Córdoba y el de las universidades latinoamericanas deben superar los dolores que le quedaron del siglo XX y los que le genera el siglo XXI después del tiempo recorrido desde aquel suceso.
Para el decano es fundamental detenerse en el análisis y la vigencia de la Reforma de Córdoba y especialmente la Universidad de El Salvador porque atraviesa una situación crítica, un deterioro significativo con relación a la universidad de los años 80 y ahora lo que se tiene es una universidad casi de espaldas a la realidad salvadoreña.
Cuchillas Melara sostiene que es necesario que resurja un movimiento similar al que impulsó la reforma de Córdoba, con un esfuerzo de transformación, con una visión de futuro para generar reflexión profunda de la situación que tenemos en la universidad y de lo que necesitamos de cara al siglo XXI que se traduzca en una repercusión en la calidad de la educación.
Por su parte, el Dr. Ricardo Argueta al referirse a la Reforma de Córdoba, su análisis lo realizó desde dos perspectivas: una visión histórica y otra teórica, realizó una descripción de los hechos y cómo comprender y qué impacto tuvo el suceso en América Latina durante el siglo XX y porqué seguir recordando la reforma, por qué hay una memoria sobre la reforma de Córdoba.
Argueta explicó que el evento de la Reforma de Córdoba es la expresión de una coyuntura y una estructura, básicamente en el gobierno de Hipólito Irigoyen con el cual mueren 50 años de gobiernos oligárquicos o conservadores en Argentina, lo cual incide en el movimiento de estructuras, para el caso el sistema educativo.
A nivel de coyuntura hay un hecho que es clave para comprender lo que pasó en la Universidad de Córdoba en 1918 y describió algunos sucesos como los cambios que se buscaban en la formación de los médicos, lo cual es rechazado por los estudiantes y desemboca en una huelga estudiantil.
Para Argueta todo desembocó en una rebelión estudiantil y se da una segunda secularización de la universidad en el cual se eliminan totalmente los resabios de la universidad conservadora y surge el gobierno tripartito (docentes, estudiantes y egresados), pero la historia del movimiento estudiantil termina con la expulsión de los estudiantes que iniciaron la huelga.
Explicó en la ubicación teórica, que la reforma de Córdoba se da a nivel de superestructura, es una especie de revolución a nivel de un sistema de dominación de un grupo sobre otro; al referirse a la autonomía universitaria, en las universidades de AL no necesariamente es que hace referencia la Reforma de Córdoba, y ejemplificó con la autonomía de la UES.
Para Argueta la autonomía de la UES surge en 1871 ya hablaba de que el rector, el vicerrector y el secretario serán electos por el claustro universitario reunidos en junta, lo cual cuestiona que la autonomía se deriva de Córdoba; el 19 de octubre de 1880 en los nuevos estatutos de la UES se suprime la autonomía.
Más adelante, 1898, el presidente Gutiérrez decreta la autonomía, pero al llegar Regalado suprime el decreto. Argueta concluye que para el caso de El Salvador la Reforma de Córdoba en lo referido a la autonomía lo que hace es una decisión política se sea permanente dentro de una institución que no pueda ser sujeta de manipulaciones que termine con la supresión de esa autonomía.
Argueta concluyó que si se realiza una historia comparada lo que más se acerca en El Salvador a la reforma de Córdoba es lo que sucedió en 1950 aparece la autonomía universitaria constitucionalmente. Cita como ejemplo una huelga estudiantil en la UES similar a la de Córdoba que culmina con la expulsión de los estudiantes igual que los argentinos.
Argueta sostiene que es necesario recuperar los nombres de los estudiantes que impulsaron la huelga, pero las autoridades retoman las demandas de los estudiantes y es a partir de la lucha de los estudiantes es que se hace una nueva ley orgánica y ahí es donde se establece la representación estudiantil para la elección de autoridades.
En el turno del Dr. Luis Escamilla planteó la necesidad de reflexionar sobre la vigencia de la realidad que vivieron los estudiantes de Córdoba y la realidad vive la Universidad de El Salvador y el contexto que vivían los argentinos y otras naciones latinoamericanas en la época, todos habían sido virreinatos, esto a manera de contextualización.
Escamilla expuso que se debe tener en cuenta, en qué año se funda la Universidad del Río de la Plata y en qué año se funda la Universidad de El Salvador, en la cual existe una diferencia de casi 300 años, sostiene que el concepto de universidad nace en el periodo conocido como edad media y pegada a los monasterios, en la cual esa forma de administración del conocimiento tiene que ver con ese pensamiento clerical.
Argumentó que las formas de gobierno, en la época de la reforma de Córdoba, eran autoritarias, la mayoría eran militares de tradición oligárquica y se caracterizan por una forma despótica de administrar el poder político. Además en Córdoba lo que se tuvo fue la emergencia de un conglomerado con pensamiento burgués, de tradición urbana y que tiene su propia forma de entender su realidad como jóvenes.
Otro dato a tener en cuenta es qué ocurría en El Salvador, cuando se da la reforma de Córdoba, estaban los Meléndez Quiñónez en el poder, lo que se traduce en el ascenso del militarismo; entonces la reforma de Córdoba impacta en Centro América con la fundación de CSUCA en 1948 y se funda en San Salvador y su fundación está en concordancia con el manifiesto de Córdoba.
Para Escamilla la universidad fue creada por las élites para las élites y los pobres que han tenido acceso a la educación superior es gracias a la reforma de Córdoba y los de clase media/burgueses solidarios con el concepto de pueblo de la década del 50, los pobres no hubiesen tenido acceso a la educación superior pública en El Salvador, ahora.
Escamilla realizó un análisis a manera de autocrítica, y sostuvo que los universitarios somos indolentes que se ha permitido que la mediocridad en que ha caído la universidad pública y subrayó usted sale de este edificio y encuentra basura por todos lados, eso es una expresión de lo que los universitarios tenemos trabado en la cabeza.
Preguntó, cuál es la importancia que para los estudiantes de ahora tiene su formación?, cuando permiten que profesores que no planifican su ciclo les impartan clases, estudiantes y profesores son co-responsables de ese problema.
Escamilla cuestionó el desarrollo de la actualización curricular, ¿dónde está la planificación estratégica de la actual gestión?, ¿dónde está la exigencia de los estudiantes sobre su dignificación, además se refirió al compromiso que deben asumir los profesores en el sentido de hacer academia.
Aclaró que en el manifiesto de la Reforma de Córdoba se lee entre líneas un parafraseo de la revolución y del positivismo francés y la fundación de los Estados nacionales y citó textualmente: las universidades han sido –hasta aquí- el refugio de los mediocres, la renta de los ignorantes, y reflexionó que ese texto sigue teniendo vigencia.
El académico argumentó que en el manifiesto está presente el pensamiento moderno y modernista en AL, en la fundación de ese Estado moderno y el enfrentamiento de las ideas burguesas frente al poder oligárquico.
Para Escamilla el texto del manifiesto sigue siendo vigente, vuelve a citar: las universidades han llegado a ser así, fiel reflejo de estas sociedades decadentes que se empeñan en ofrecer el triste espectáculo de una inmovilidad, lo cual, para él, es un atentado discursivo frente a las generaciones de maestros.
Concluyó que como un efecto secundario se da un espacio de democratización del ejercicio del poder de la universidad pública y en delante de la reforma de Córdoba, la universidad va a ser pública y de ahí que en Argentina hasta ahora la educación superior pública sigue siendo gratuita.