
Por: Clanci Rosa
La Universidad de El Salvador otorgó el Doctorado Honoris Causa a la maestra Cubana de ballet, Alicia Alonso, una de las personalidades más relevantes en la historia de la danza, mujer símbolo del ballet clásico en el ámbito iberoamericano.
La artista cubana inició sus estudios en 1931, en la Escuela de Ballet de la Sociedad Pro-Arte Musical. Posteriormente se trasladó a los Estados Unidos y continuó su formación con profesores eminentes de la Escuela de Ballet Americana, internacionalmente ha sido reconocida más de 174 veces y en su país, Cuba, tiene más de 100 distinciones.
Para el Rector de la Universidad de El Salvador, Roger Arias, Otorgar el Doctorado Honoris Causa a una figura tan importante como Alicia Alonso es un privilegio “Nos sentimos honrados Alicia de tenerla con nosotros y de convertirla a partir de este momento en hija de nuestra casa de estudios , en hija de nuestra minerva , externamos también el reconocimiento a su labor no solo sobre las tablas, sino también, en impulsar esa pasión y amor por el arte a cientos y miles de jóvenes cubanos y alrededor del mundo” expresó Arias.
Además, Alicia fue llamada Embajadora del Arte y la Cultura pues desde sus inicios en el medio artístico participó y llevó alrededor del mundo el arte de la danza.
En este evento no se dejó de felicitar el aporte del pueblo Cubano a las artes, que constituye mundialmente un papel destacado. El Ballet Nacional de Cuba es uno de los mejores en el mundo.
Por su parte Alicia Alonso a través de una carta agradeció a la UES el reconocimiento “agradezco profundamente el honor que se hace a mi persona, he dedicado mi vida a la danza y hasta el día de hoy me consagra a este arte que es fuerza y entusiasmo”
Alicia Alonso visitó a El Salvador en 1949, recién fundaba su compañía de ballet, a pesar del tiempo transcurrido dijo estar atenta del pulgarcito de América “En el día de hoy la Universidad de El Salvador abre las puertas y reconoce los valores del arte de la danza, han pasado los años de mi visita a este país , pero no ha estado El Salvador ajeno a nuestra atención y sentimiento, conocemos los momentos históricos de dignidad y valentía que ha vivido este pueblo así como los valores de su cultura”
La Trayectoria de la Bailarina y maestra constituye un referente internacional del arte de la danza. En el 2002 fue nombrada Embajadora de la República de Cuba, por el Ministerio de Relaciones Exteriores de su país; y fue investida en París como Embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO.
Asimismo, en el año 2003, el presidente de Francia le confirió el grado de oficial de la Legión de Honor y en el 2005, recibió en Cannes el Premio Irene Lidova por toda su carrera artística.