
Redacción y fotografía: Álvaro Carbajal, Licenciado en Periodismo UES
La historia reciente del siglo pasado registró importantes sucesos en materia de aparatos audiovisuales: la televisión, la radio, equipos de sonido, se reconoce como formato análogo de las comunicaciones; en la actualidad, la Organización Internacional de Telecomunicaciones (OIT) ha dispuesto que para el 31 de diciembre del año 2020 no deben existir transmisiones analógicas en televisión, todo va a ser digitalizado.
Juan Carlos Sánchez, coeditor del libro Centroamérica, democracia desconectada, en su charla denominada:“Desafíos del proceso de digitalización”, sostuvo que El Salvador ya tomó su decisión en ese tema, lo que no se sabe con exactitud cuándo va a dar ese salto de calidad y no se ha dicho porque tiene implicaciones fuertísimas en las forma en que nos vinculamos, nos informamos y nos divertimos a través de la televisión o posteriormente la radio.
Sánchez, en su disertación, se apoyó en la tesis de Andrea Cristancho (ver nota aparte), que para que exista un sistema de comunicación democrática, deben haber medios comunitarios, medios públicos y medios comerciales, en ese sentido la digitalización de las telecomunicaciones, si no modificamos el esquema oligopólico va a terminar favoreciendo a los grupos empresariales que siempre han tenido el control de los medios de comunicación y la concentración de medios que ahora tiene se va ampliar.
Prosiguió, si las corporaciones radiales o televisivas, si ahora en el formato análogo tienen cinco frecuencias, con la ampliación del espectro radioeléctrico ese número deben multiplicarlo por tres, por cuatro o cinco, y sugirió que es responsabilidad de las nuevas generaciones y de los futuros comunicadores luchar para que se dé un cambio en función de la democratización de las comunicaciones.
Sánchez estima que en el tema de las telecomunicaciones en el país son cuatro puntos que deben tener en cuenta como futuros profesionales del cambio: 1.- Que desde que nacieron los medios de comunicación han sido dominados por sectores empresariales y oligopolios.; 2.- Esos medios de comunicación al estar en manos de grupos empresariales poderosos han respondido a la agenda política y de clase de esos grupos; 3.- Han desarrollado un sistema normativo que defiende ese control; y, 4.- Las normas que tenemos perpetúan ese esquema de comunicaciones: “aquí asumimos que los medios de comunicación solo pueden ser privados, comerciales y con fines de lucro”, explicó.
Argumentó qué va a pasar con las señales de transmisión cuando entremos a la digitalización, qué va a pasar con el excedente del espacio radioeléctrico; en teoría, si se da la democratización sucederá que nuevos medios de comunicación, nuevas voces se expresen, nuevas empresas tendrán acceso al espacio radio eléctrico, pero las corporaciones televisiva, los grupos mediáticos con el apoyo –lamentable- de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, con una resolución que les favoreció lo tienen resuelto a su favor.
Sánchez explicó que desde las radios comunitarias y de los medios de comunicación alternativa tienen una lucha por la democratización de las comunicaciones y ven la digitalización como una oportunidad que permita a otras voces comunitarias y estatales se expresen en el espacio radioeléctrico;“lamentablemente el contexto actual, los dados están cargados a favor de las grandes corporaciones televisivas y mediáticas”, subrayó.
Sánchez sostiene que cuando se migre al sistema digital es la oportunidad histórica y tendrán el reto para garantizar que en la Asamblea Legislativa realice reformas a favor de la democratización de las telecomunicaciones, pero es necesario que se deje la comodidad del pupitre e incorporen a la lucha por esa democratización de las comunicaciones.