Quantcast
Channel: Facultad de Ciencias y Humanidades
Viewing all articles
Browse latest Browse all 1000

Estudian a San Romero, pastor liberador

$
0
0

Redacción: Alvaro Carbajal periodista de la Unidad de Comunicaciones

Fotografías: Roberto Galindo

 

El Decanato de la Facultad de Ciencias y Humanidades inauguró la Primera sesión del 2019, Cátedra Abierta Monseñor Romero: Pastor liberador, con la conferencia Por qué San Romero es pastor liberador. La actividad tuvo lugar en la sala de conferencias del edificio Alejandro Dagoberto Marroquín el 27 de marzo del presente año.

                Los ponentes invitados fueron: el Dr. Salvador Menéndez Leal, director de la Maestría en Derechos Humanos y Educación para la Paz; y la Hermana Nohemí Ortiz que se dedica a la labor social en las comunidades del Bajo Lempa.

                Nohemí Ortiz en su disertación aseveró que Monseñor Romero desarrolló su labor pastoral en el marco de la situación conflictiva que vivió el país por más de dos décadas y su evangelización se caracterizó por su compromiso por una opción preferencial por los pobres.

                Para Ortiz fueron la iglesia comprometida y el pueblo organizado los que despertaron en Monseñor Romero su vocación profética y es en el marco del conflicto armado que se inicia como pastor con una evangelización nueva comprometida, sin miedo, exigente, que señala peligros y que renuncia a privilegios.

                Sostiene que cómo Monseñor Romero define su papel como pastor: primero estudia la palabra de Dios, miraba a su alrededor a su pueblo, lo ilumina con su palabra y sacaba una síntesis para hacer del pueblo luz del mundo para que se deje guiar, por eso los idólatras de la tierra sentían estorbo en su palabra por ello no descansaron hasta callarla.

                La Hermana Ortiz dijo que ella conoció a Monseñor Romero, el cual visitaba las comunidades del país, tomaba contacto con la gente, conocía y denunciaba las injusticias y luchaba porque la sociedad salvadoreña fuera diferente, por ello elevó al pueblo como un pueblo profético, el de aquel entonces, aclaró la religiosa.

                Prosiguió, cómo soñaba Monseñor Romero a la sociedad salvadoreña y dijo: este es el proyecto de Dios, la vida sencilla y ordinaria pero dándole un sentido de amor, de libertad, que hermoso sería nuestro país si todos viviéramos este proyecto, sin pretensiones de dominar a nadie, simplemente ganándose y comiendo con justicia el pan de cada día que necesita su familia.

                La religiosa les recomendó a los estudiantes leer el discurso que Monseñor Romero leyó en la Universidad de Lovaina en Bélgica cuando le otorgaron un doctorado honoris causa el 2 de febrero de 1980, el cual lo define como el testamento pastoral que hace Monseñor Romero y que guío su quehacer hasta su Martirio.

(http://www.redicces.org.sv/jspui/bitstream/10972/797/1/pensamiento_monse...)  

Por su parte, el Dr. Salvador Menéndez Leal dijo que el mes de marzo es martirial que obliga recordar el legado del Padre Rutilio Grande, de Monseñor Romero, de María Julia Hernández y también la vida de muchos defensores de los derechos humanos que ofrendaron su vida, hoy debe ser orgullo para la comunidad universitaria concentrarse en el legado del Mártir de todos los salvadoreños.

 

Menéndez Leal a manera de aproximación al tema reiteró que el mes de marzo es martirial, pero se corre el riesgo de elevar a Monseñor Romero a un simple poster o estampa; explicó que Monseñor Romero es vivencial y se debe reflexionar qué pensaría Monseñor Romero en la actualidad como injusticia estructural.

El académico de la UES dijo que a Monseñor Romero hay que verlo como alguien que nos irradia e ilumina el camino para comenzar a transitar, a construir una sociedad que pueda llamarse humana y la Universidad que ha sido proclamada hija predilecta de este pueblo también fue muy querida por Monseñor Romero.

Para Menéndez Leal hay que descifrar e identificar el legado de Monseñor pasa por caracterizar su figura que reúne tres características: la figura de un pastor mártir, un profeta social y un guía espiritual de la nación.

Explicó que como pastor mártir en su legado es un alto espíritu de coherencia al dar su vida por lo que él cree justo, un incesante proclamador de la palabra de Dios, defensor de los derechos humanos, el más universal de todos los salvadoreños, artesano de la paz y el primer y más grande defensor de los derechos humanos en El Salvador.

Para el director de la Maestría en Derechos Humanos un sentido de justicia para Monseñor Romero sería que el pueblo lo reconozca y lo viva; sostiene que la palabra de Monseñor no solo libera, sino que además enseña a transitar los caminos.

Menéndez Leal reflexiona que Monseñor Romero como profeta social tiene un destino, un papel y un rol y preguntó a los asistentes, quién se atrevía a pronunciar esa voz de denuncia como lo hacía Romero en tiempos del conflicto armado, sabiendo que ponía en riesgo su vida que al final se la arrebataron.

Finalmente, Menéndez Leal dijo que la palabra iluminaria y rica de Monseñor Romero quiere transmitir tiene tres efectos: 1. Dignifica al pueblo y lo convierte en sujeto y actor clave para su liberación; 2. Permite que nos realicemos como individuos y como colectivos sociales; 3. Es la idea de ser actores y protagonistas sociales de nuestra liberación.


Viewing all articles
Browse latest Browse all 1000

Trending Articles