
William Israel González Montoya estudia en la Maestría de Formación para la Docencia Universitaria que imparte la Escuela de Posgrado de la Facultad de Ciencias y Humanidades. A sus 30 años de edad estudia, trabaja y comparte su tiempo con su familia.
Considera que el estudio del Posgrado requiere mucho sacrificio, disciplina y la plena convicción de superarse en la formación académica.
William es una persona sorda, pionero en estudiar un Posgrado en Ciencias y Humanidades; llegar a este punto no ha sido tarea fácil, las barreras han sido diversas, pero nunca han sido motivo para flaquear en sus metas.
Considera que muchas veces las personas oyentes dicen palabras incorrectas, como la utilización del término mudo cuando en realidad hacen uso de la Lengua de Señas Salvadoreña.
El maestrante inició sus estudios de parvulario hasta el cuarto grado en un centro escolar de audición y lenguaje, luego se enfrentó a una cultura diferente, recibir clases con personas oyentes.
Con el apoyo y gestiones de sus padres y otros padres de familia ante el Ministerio de Educación, lograron la creación de la primera escuela para sordos en El Salvador denominada: Centro escolar Griselda Zeledón, donde realizó sus estudios de quinto año hasta culminar con el bachillerato.
Terminada la educación media llegó a la Universidad de El Salvador, donde inicia sus estudios de profesor en matemáticas; debido a la complejidad de interpretación en esta área decidió cambiarse a la Licenciatura en Trabajo Social. Nunca dejó una materia, finalizó la carrera con mucho esfuerzo, lo cual incluyó crear sus propios términos para comprender ciertos tecnicismos que se utilizan en algunas materias.
Indicó que durante su formación de pregrado faltó conciencia por parte de algunos docentes en la atención de estudiantes sordos, al mismo tiempo reconoció que otros maestros se esforzaron para formarle.
En la actualidad considera que existe una notable diferencia entre el pregrado y el posgrado, mucha teoría, términos técnicos, ensayos, portafolios, investigaciones y presentación de trabajos.
Sin embargo, manifestó su satisfacción por el conocimiento que está adquiriendo en el tema de docencia en cuanto a la pedagogía y didáctica que el maestro debe aplicar.
“Después de graduarme, quiero continuar con la Maestría en Métodos y Técnicas de Investigación Social o un doctorado, ser un modelo para las personas sordas que piensan en las barreras, mostrar que son capaces de desarrollarse profesionalmente”, agregó.
William reconoce el esfuerzo que realizan muchos maestrantes que a pesar de la carga laboral hacen un sacrifico familiar y económico para seguirse formando
“Muchos sordos ven solo dificultades en el tema de estudio y se dedican a trabajar; les aconsejo que piensen en un futuro académico profesional, siempre lo necesitará la sociedad”. Finalizó